Ayer finalizó la Copa Santander Libertadores, o como es comúnmente conocida, la "Champions de Sudamérica". La vuelta de la final fue realmente apasionante, las Chivas y el Inter de Porto Alegre disputaron un encuentro electrizante, con bastante locura y con la pasión que caracterizan los equipos latinoamericanos. Los brasileños se alzaron por segunda vez en su historia con el título y conseguía por vez primera que un equipo de ese país se impusiese a un conjunto foráneo. Desde los cuartos de final de la competición he venido siguiendo el torneo viendo partidos íntegramente y confieso que se hizo justicia, el conjunto que mejor trataba el balón ganó. Pero lo que realmente me ilusionó y me hizo seguir a este torneo y más concretamente al Internacional fue un joven jugador, Giuliano Víctor de Paula. Ya le vi en el Mundial sub-20 de Egipto, pero allí no logró brillar con tanta fuerza. Aún es suplente en el conjunto de Porto Alegre, pero es la creatividad, el atrevimiento y el descaro de un equipo que cuenta con hombres como Tinga, Taison, Sandro o D'Alessandro. Junto a Neymar, que ya analicé, es uno de los brasileños con más futuro en la línea atacante.
Giuliano Víctor de Paula es el típico brasileño de tres cuartos de campo que es necesario en todos los equipos para romper entre líneas. Su mejor virtud es la determinación que tiene en el juego, y esto es realmente valioso, siempre aparece cuando su equipo más lo necesita, desde abrir la lata hasta finiquitar el título de su equipo. Se mueve con total libertad en la línea de ataque, generalmente partiendo desde la banda. De estatura media, no es su físico lo que le hace destacar, pero que más da cuando tienes un regate mágico y una visión de juego espectacular. Su juego, además, no destaca únicamente por el regate, sino que da unos pases realmente buenos que hacen estar muy despiertas a todas las defensas. La verdad, es un jugador realmente completo que le ayuda a tener la posibilidad de ser un comodín y por tanto abrirse mucho más el camino. Desequilibrio, determinación y magia sería una definición "a grosso modo" de su juego vistoso y alegre. Estamos ante un jugador respetable por todos, aquel que aunque seas de Grêmio tienes que levanterte del sofá ante la jugada que hizo en su gol de la final. ¡Qué golazo!, ¡Espectacular Giuliano! y otros comentarios copan las narraciones del Brasileriao y de la Libertadores.
Ayer este jugador se consagró con 20 minutos, únicamente necesitó coger el balón en tres cuartos, encarar y meterse entre 3 contrincantes antes de picar el balón al portero del Chivas. 5 segundos que definen perfectamente su magia y su capacidad de ilusionar. No creo que tarde mucho en ser titular en el Inter, después será cuestión de semanas que algún gigante europeo reclame sus servicios; eso sí, no será fácil porque las ventas de Walter (Porto) y Sandro (Tottenham) han llenado las arcas del conjunto brasileño. Por cierto, ¡¿aún no lo has visto?!, por favor échale un vistazo en el vídeo de la columna.