Primer semifinalista

El encuentro entre España e Irak no tuvo demasiada historia, ambos equipos parecieron haber salido con una idea clara y con un pacto previo; España debía meter los mínimos goles a la selección iraquí para que los asiáticos pasasen a la siguiente ronda. Fue el segundo partido de ambos y los dos prosiguieron con su idea de mantener el balón y de no jugar en largo. Del partido salen algunos jugadores reforzados y otros bastante perjudicados; Xavi demostró estar con poca frescura en la circulación, Capdevila y Ramos dieron muestras de poderío físico y e buenas ideas en ataque, Akram consiguió dar muestras de su nivel a la hora de mover e balón con criterio, y por último Kassid (portero) y Shaker (central) siguieron a un nivel bastante alto.

El partido parecía que se iba a decantar con facilidad para España, los españoles empezaron a tocar el balón, a tener la pelota, a seguir sobando el Adidas, pero no lograban tener profundidad. Irak estaba con los 11 detrás de la línea de mediocampo y solamente empezaban presionar cuando "La Roja" llegaba hasta tres cuartos de campo. Ante este panorama, España seguía tocando el balón, pero faltaba movilidad en la línea de ataque y con ello se frenaba la posibilidad de incidir en la defensa iraquí. La selección española llegó varias veces a rematar, pero no parecía que pudiese llegar el gol por la poca claridad de las ocasiones; solamente pudo crear realmente miedo en el minuto 25 con un tiro de Villa desde dentro del área.

La segunda parte comenzaba con el autobús iraquí de nuevo delante de la portería, pero con un poco más de rapidez en las transiciones españolas. España seguía moviendo el balón en tres cuartos de campo de un lado para otro y poniendo balones al área muy previsibles par la defensa iraquí. Cuando llevaba unos 5 minutos la segunda parte Villa tuvo otra ocasión bastante clara, esta vez de cabeza y remató a las manos de Kassid; pero al menos España logró llegar a línea de fondo. Tres minutos después llegó el balón a Mata en banda izquierda, abrió a Capdevila que podía realizar el primer uno contra uno del partido, se fue de su defensor y llegó a línea de fondo para ponerle un centro perfecto a Villa, que esta vez no perdonó y consiguió abrir la lata. Tras el gol la cosas no cambiaron, Irak seguía sin querer pasar de mediocampo y España movía el balón en tres cuartos de campo sin profundidad.